lunes, 3 de septiembre de 2012

Héroes


Eran las calles, era el asfalto el que nos llamaba y aunque el frío diezmaba las ganas, el pecho estaba lleno.

Eran las 4 de la madrugada pero qué importaba eso en el grito que le ladramos a la luna como si fuese la última noche de nuestras vidas?

Éramos héroes en nuestros corazones, héroes de una epopeya anónima, héroes de nuestro propio cuento y con solo deseo, esperanzas y una bocanada de aire todo el mundo fue nuestro.

El nuevo mundo, ese que no tiene más nada que envidiar ni temer.

No le debemos nada a nadie.

Tu boca en la tormenta y mi fuego bajo la lluvia. Éramos los héroes de esa noche sin fin, en ese mundo sin fin. Todo se adelantó a tu mirada y todo se resumió en mi risa, la batalla estaba casi ganada. Vos sonreías como una margarita y en mi pecho estallaba la primavera. La noche se hacía más oscura y nuestros corazones se sumergieron.

La batalla estaba casi ganada, la noche era nuestra.

Tus manos y tus brazos y tus ojos, vos resplandecías. Tu cuerpo fosforescente y la noche oscura, el cielo iluminado de la imaginación y la ferocidad con la que la protegemos.

La noche es nuestra, la batalla es nuestra, el mundo es nuestro.

El palacio de la juventud a merced de la apología de las ganas en una noche entintada de rojo carmesí y tus labios de rubí y yo que a tu ilusión me subí y la noche se desnuda en amanecer detrás de mí.

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